El cantón de Bagaces estuvo rodeado por un gran latifundio que sobrepasaba las 100.000 hectáreas de terreno, en manos del General Tomás Guardia Gutiérrez, expresidente de la república, que según cuentan trataba bien a sus trabajadores. Posteriormente pasaron a manos del expresidente Bernardo Soto y después a su hijo Maximiliano Soto, por último quedando en poder del señor George Wilson Stewart y Alfonso Salazar. En 1848 según el libro: “Tierra y Ganadería en Guanacaste” los terrenos pertenecientes a las haciendas que conformaban gran parte del cantón de Bagaces, esta finca “fue rematada a favor de Francisco Girald” (Cabrera, 2007, pág. 369). Pasó a manos de muchos propietarios hasta que “En 1882 Rosa Guzmán se la vendió a Alfonso Salazar Aguilar, quien en 1923 la traspasó con otra más, a la sociedad Wilson y Salazar” (2007, pág. 369), sociedad a nombre de Alfonso Salazar y el norteamericano David Russell Stewart Russel, conocido como George Wilson. La principal actividad del cantón consistía en la exportación de ganado en pie hacia Nicaragua al no contar con medio de transporte adecuado en aquel entonces para el interior del país. Sin embargo se movía ganado gordo hacia la meseta central por medio del puerto Fluvial del río Bebedero, transportándolo en lanchones hacia Puntarenas, posteriormente por medio del ferrocarril eléctrico al pacífico se transportaba a Alajuela, donde se comercializaba en la plaza de ganado. También se comercializaba queso que se producía en las grandes haciendas ganaderas del cantón que existían en aquel entonces, Miravalles, Monte Verde, Ciruelas, Palo Verde, Catalina, Tamarindo y Mojica. De ahí la fama del “Queso Bagaces”.