La extinción no tiene que ser el destino de las dantas y hay un panorama bastante positivo gracias a esfuerzos de investigación y conservación los cuales buscan convencernos de la importancia de cuidar a estos organismos y su hábitat; desde la ciencia, educación ambiental e iniciativas interdisciplinarias. Por ejemplo, el trabajo iniciado por Esteban Brenes Mora.
Esteban es un apasionado biólogo costarricense. Desde niño, y durante sus estudios en Biología, él ha estado obsesionado con las dantas. En el 2015, visitó Malasia para trabajar con tigres y, durante ese tiempo, escribió una atractiva propuesta de investigación que convenció a la Sociedad Zoológica de Londres–EDGE of Existence de financiarlo para estudiar las dantas en Costa Rica. Su estudio se centraría en el uso de hábitat por parte de T. bairdii en el bosque de altura de la Cordillera de Talamanca, en el Cerro de la Muerte, el cual es atravesado por la Ruta Interamericana Sur; aquí, hay una importante densidad de dantas y además, un alto índice de atropellos en carretera. Según comenta Esteban, sólo en el 2015 hubo 9 atropellos de dantas.